Cuando un matrimonio se declara nulo implica, a efectos civiles, eclesiásticos o ambos, que no se ha dado ese matrimonio. Entre las razones principales para solicitar la nulidad matrimonial encontramos: el desarrollo del matrimonio sin el consentimiento de uno de los contrayentes, con un menor de edad, con una persona cuya identidad era errónea o cualidades personales influyeron en la prestación de consentimiento para el matrimonio, así como la realización del matrimonio bajo coacción o miedo grave.
Teniendo estas situaciones afines a la nulidad en cuenta, queda claro que la presencia de un estado mental que no impida la capacidad de obrar y tomar decisiones es obligatoria para que un matrimonio sea válido. Esto sucede con la persona que contrae matrimonio con otra bajo engaño de su identidad o bajo un grave estado de miedo. Igualmente, si una persona presenta graves dificultades para el entendimiento de lo que conlleva el matrimonio, difícilmente podrá tomar una decisión fundamentada sobre tal acción.
Los profesionales forenses de IPFLegal ofrecen un amplio abanico de habilidades y técnicas orientadas al análisis del estado mental de las personas, así como a la toma de decisiones.