El bullying o acoso escolar es un problema social que afecta a muchos menores, independientemente de su edad, raza, religión o nivel socioeconómico. Una de las razones por las que actualmente es mayor la amplitud de niños que pueden sufrirlo es el hecho de que existan diversas formas de sufrir este maltrato escular, como pueden ser la física, la psicológica, la cibernética (a través de internet y redes sociales) o la sexual.
No es extraño que, tras un periodo de acoso escolar, el menor víctima de bullying desarrolle secuelas de índole psicológica y que éstas pueden prolongarse durante toda la vida. Entre las consecuencias del acoso escolar encontramos depresión, ansiedad, estrés, empeoramiento del rendimiento escolar o alteraciones en las relaciones sociales del menor, entre otras. Dada la gravedad de estas consecuencias y de los problemas que conlleva, como el cambio del menor a otro centro educativo, hay una creciente tendencia a demandar la subsanación de estos daños y secuelas tanto al centro educativo directamente como por vía judicial.
Es por esto que los peritos psicólogos del Instituto de Psicología Forense y Legal pueden realizar una evaluación pormenorizada del estado psicológico del menor y el posible daño o secuelas causadas. El resultado de esta evaluación se debe plasmar en un informe de acoso escolar que certifique la situación de acoso como causa del daño y exponga las consecuencias.
Además de la realización del informe psicológico, el Instituto de Psicología Forense y Legal ofrece una primera consulta gratuita sobre el caso, asesoramiento sobre preguntas relacionadas con el mismo y ratificación en juicio.